En el inbound marketing hay cuatro fases principales, y la primera de ellas, con la que iniciará todo el proceso es la atracción.
“Una imagen vale más que mil palabras”, lo hemos escuchado hasta el cansancio, pero en una era donde tenemos tanta información a la mano y hay tantas opciones para un mismo producto, ¿cómo destacar y captar la atención de un cliente potencial, y en menor tiempo? La respuesta es simple: Diseño.
En primer lugar definamos diseño. Aunque al principio nos vengan a la mente “dibujitos” y colores y un concepto más enfocado hacia lo artístico, lo cierto es que el diseño tiene varias ramas: web, de producto, arquitectónico, urbano, de modas, industrial, gráfico, etc.; en general, se trata de configurar y planificar.
En marketing, es el diseño gráfico el que más interviene, este ayudará a que las piezas que conforman tu campaña sean:
- Atractivas
- Usar una correcta combinación de color y tipos de letra, estilo de ilustración, fotografía o video acorde al público al que te diriges, te ayudan a sobresalir entre otras publicaciones, sobre todo en redes sociales, donde la mayoría de publicaciones abundan en texto.
- Los seres humanos somos visuales. Casi un 20% del cerebro está dedicado solo a la visión. Agregar color a documentos como: advertencias y avisos de seguridad, aumenta el recuerdo de dicha información técnica en un 82%.
- Atrae a tu público generando una respuesta emocional. Puedes lograrlo a través de los colores o a través de elementos que la mayoría de personas podemos reconocer fácilmente como las expresiones faciales y situaciones familiares.
Un ejemplo claro es la publicidad que ocupa Coca-Cola que no vende refrescos, vende felicidad, y en este caso nos presenta una imagen de madre e hija con la cual muchos pueden identificarse.
- Claras
- Si bien, la imagen es un apoyo muy grande a la hora de transmitir tu mensaje, usar algo de texto ayudará a que el mensaje sea más claro. Elegir la tipografía adecuada es fundamental. Aunque el mensaje sea el mismo, el tipo de letra sería el equivalente gráfico a “cómo lo dices”.
¿A cuál de estos mensajes le harías caso?
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- Saber dónde colocar el texto, qué color utilizar para generar mejor contraste, y si usar mayúsculas en todo el mensaje o estilo de título, es fundamental para que tu público pueda leer fácil y rápidamente.
- Además de la tipografía, tener una estructura y un orden definido en el acomodo de imágenes y textos, ayuda a no transmitir mensajes ambiguos que produzcan un efecto contrario al planificado en tu estrategia.
Ejemplo: en esta campaña, Dove pretendía promocionar el antes y después, de una piel reseca a una piel saludable después de usar la crema, sin embargo, al poner a las modelos en ese orden, el público entendió que Dove quería transmitir que la piel se iba aclarando y que una piel blanca era más bonita. Aquello desató el descontento de los consumidores.
Así, además del copy, debes pensar bien en la imagen que quieres proyectar.
Por ejemplo, imagina un pastel: está hecho con ingredientes de la más alta calidad y ha sido preparado minuciosamente por uno de los mejores reposteros y han probado la receta de la masa una y otra vez para asegurarse que está delicioso. Ahora visualízalo así: viene dentro de una caja de cartón color marrón sin chiste, no tiene una forma definida y si no te dijera que es un pastel no sabrías qué es. ¿Se te antoja? Lo mismo aplica con tu campaña, debes saber cómo comunicar tu mensaje y qué elementos serán favorables para tu campaña.